Quienes estén pensando en hacerse con una inflable para
evitarse las tareas de mantenimiento que implica una piscina, es mejor que
vayan olvidándolo. Porque, salvo en los casos de modelos de muy pequeñas
dimensiones, esas que se usan para refrescar a los bebés, el resto de estas
piscinas necesitan unas mínimas medidas de mantenimiento del agua, bastante
similares a las de obra.