Por sus dimensiones y características específicas es muy difícil que se instalen en propiedades privadas. Las medidas oficiales de una de estas piscinas son 50 metros de largo por 25 de ancho. Además, llevan dibujados 10 carriles de 2,5 metros de ancho cada uno. Su profundidad está fijada en dos metros y la temperatura del agua oscilará entre 22 y 28 grados centígrados.
El acceso a las piscinas de Los Andes, en lo que se refiere a las piscinas olímpicas de titularidad pública, suele iniciarse con la apertura del periodo veraniego, generalmente a finales de diciembre o primeros de enero. Son múltiples las localidades de la zona que cuentan con estos natatorios.
Pero, la tendencia es que las municipalidades planifiquen las piscinas olímpicas de Los Andes cada vez más a semejanza de las europeas, es decir, que combinen piscinas de competencia con las que permiten usos más lúdicos. Por ello, se tiende a que se achiquen las dimensiones hasta los 25 por 15 metros, un tamaño que ha demostrado ser más rentable económicamente.
Esta tendencia al cambio en las piscinas olímpicas está imponiéndose a nivel internacional por la mayor eficacia que las autoridades están comprobando que proporciona, pudiendo aprovecharse mejor su explotación.
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