La natación en sí misma es una de las prácticas deportivas
más completas y, además, de las que mejor se pueden adaptar a las condiciones
físicas de cualquier tipo de persona. Pero, es que en una piscina se pueden
realizar otro tipo de actividades que están especialmente indicadas para
personas con diferentes problemas de movilidad o en inmersas en procesos de
rehabilitación. Por eso, no es difícil entender que la instalación de piscinas
en asilo sea una excelente decisión.
Las personas mayores se mantienen en una mejor forma física,
e incluso mental, si se acostumbran a hacer algún tipo de ejercicio físico de
manera regular. Dadas las condiciones físicas propias del paso de los años,
muchos de ellos no tienen la movilidad suficiente ni siquiera para pasear sin
dificultad. Utilizando piscinas en los asilos, se soluciona este problema pues
dentro de agua el ejercicio se hace de una manera más suave.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que las piscinas de
asilos deben tener algunas características específicas, precisamente para
facilitar su acceso y uso a los más mayores. por supuesto, una de las
claves es la temperatura del agua, tanto si se trata de una piscina cubierta o al aire libre.
Pero, tanto o más importante es garantizar la seguridad en
los accesos a las piscinas en asilos. El suelo que rodea a la piscina debe ser liso,
firme y antiderrapante, aunque esté húmedo. Además de escaleras con escalones
de poca altura, en las piscinas de los asilos tiene que haber rampas de
pendiente suave para poder entrar en el agua y asideros.