Cuando se acerca el buen tiempo es el momento de hacer un
buen repaso del estado en el que se encuentran nuestras piscinas. Porque
incluso en el caso de las que se han mantenido correctamente durante todo el
año, siempre se va produciendo un deterioro con el paso de los años que
conviene observar para atajar en los primeros momentos.
En ese proceso de repaso del estado de una piscina, sin
duda, uno de los elementos más importantes es cómo se encuentra la pintura que
cubre sus paredes y fondo. Está claro que una pintura descascarillada,
deteriora completamente su imagen, Pero, además si la capa
de pintura de las piscinas no está en buen estado, hay más posibilidades de que
se ensucie el agua y se desarrollen algas, mohos y otros microrganismos.
Para reparar esa superficie, es conveniente que tengamos
claro cuál es el mejor sistema para pintar las piscinas, sobre todo si hemos
decidido que lo haremos nosotros mismos. Llegados a este punto, es mejor que
valoremos bien si no merece la pena dejarlo en manos de los profesionales, que
cuentan con la experiencia y la equipación más adecuada para hacerlo con
mejores garantías de calidad.
Si finalmente somos nosotros los que vamos a pintar nuestra
piscina, es imprescindible que limpiemos perfectamente la superficie en la que
vamos a trabajar. No conviene que se pinte en las horas de más sol y hay que
comprobar que no saltará el sistema de riego, no otra fuente de agua que
estropee la pintura.
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