Son muchos los elementos que intervienen de una manera más o
menos directa en el correcto funcionamiento de las piscinas y en las
prestaciones que estas pueden proporcionar a sus usuarios. Algunos de estos
accesorios suelen copar el interés de los propietarios de piscinas, ya que son
claramente conscientes del importante papel que desempeñan para el
mantenimiento de sus piscinas, como es el caso del sistema de filtrado. Pero,
hay otros elementos que se suelen considerar secundarios, como sucede con mucha
frecuencia con la hidráulica y, sin embargo, se trata de una pieza clave a la
que habría que prestar más atención.
De hecho, la mayoría de los propietarios desconocen qué tipo
de hidráulica conforma su piscina. Un grave error pues hay determinados
problemas que tienen que ver con nuestras piscinas que dependen del sistema de
tuberías con el que cuente. Uno de los principales afectados, por ejemplo, es
el filtrado cuya potencia es proporcional al cauce que tenga cabida por las
tuberías.
Por eso, en los casos de nueva obra es esencial que los
diseños de piscinas contemplen el sistema hidráulico como una de sus
prioridades, y que se proyecte esa hidráulica en función de las prestaciones
que se quiera obtener de la piscina.
La máxima sobre la que hay que trabajar en
el tema hidráulico es la de que a mayor diámetro en las tuberías mayores
posibilidades. Aunque, no siempre es este el único condicionante, la única
solución es planificar la hidráulica teniendo en cuenta el diseño general de
toda la pisicina.
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