La radiación ultravioleta y su doble servicio a las piscinas
Hay dos aspectos que predominan en el contexto actual del uso y mantenimiento de las piscinas:
- Que no sea necesario el vaciado de las piscinas, incluso cuando termina la temporada de baños, es una de las máximas que priorizan la mayoría de los propietarios de piscinas.
- Eso y que los mecanismos que se usen para el mantenimiento tengan los mínimos efectos secundarios, sobre todo, en lo que a molestias para los bañistas se refiere.
La radiación ultravioleta y el mantenimiento de las piscinas
En este contexto,
no cesan de surgir avances y nuevos sistemas para el cuidado de las
piscinas. El más innovador, del que gran parte de los usuarios puede
que aún no hayan oído hablar, es el uso de la radiación
ultravioleta.
La idea de la que parte este sistema es que, si la
incidencia de estos rayos solares es dañina para el ser humano,
también debe serlo para otras formas de vida, como bacterias y
microorganismos.
Este método de mantenimiento de
piscinas mediante radiación ultravioleta ya está comercializado y
ha demostrado su eficacia. Su gran inconveniente es que resulta muy
costoso, más si pensamos en los propietarios de instalaciones
particulares de dimensiones no muy grandes.
Y es que, el mecanismo requiere de una
dotación tecnológica muy avanzada. Para eliminar las bacterias, el
agua filtrada de la piscina pasa por una cámara en la que una serie
de potentes lámparas de UV se encargan de acabar con cualquier resto
de gérmenes y similares.
El usuario disfruta de un agua
cristalina, sin olores desagradables, ni molestias de ningún tipo en
su piel y ojos, ya que no se ha usado producto químico alguno para
conseguirlo.
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